La Macarena se ha posicionado como el barrio con mayor potencial para el modelo de rentas cortas y estancias temporales en el centro de Bogotá. Su cercanía al Centro Internacional y su oferta gastronómica de clase mundial atraen a un público extranjero y ejecutivo dispuesto a pagar tarifas más altas por noche que en un arrendamiento tradicional. Datos del sector turístico muestran consistentemente que las zonas con "identidad bohemia" y oferta culinaria densa tienen mejores tasas de ocupación en plataformas digitales. Aquí no vendes solo metros cuadrados, vendes la experiencia de vivir en el "SoHo bogotano", lo que maximiza el retorno de inversión.

La restricción geográfica de La Macarena, limitada por los Cerros Orientales, juega a favor del inversionista: no hay suelo para expansión masiva. Esta exclusividad natural, sumada a vecinos icónicos como el Museo Nacional y el Planetario, protege la inversión. Reportes históricos de La Lonja indican que los barrios con hitos arquitectónicos y oferta artística consolidada suelen presentar una valorización superior a la de barrios dormitorios periféricos. Comprar en La Macarena es adquirir un activo en una zona de "turismo cultural" consolidado, garantizando que la propiedad sea atractiva tanto para venta futura como para renta en moneda fuerte.